Después de varios años de ganancias, la compañía cerró en rojo. El
propio Directorio describió con crudeza la situación en su memoria
anual: fue un “ejercicio partido en dos”. Entre julio y diciembre de
2024, explicó, se produjo “una fuerte retracción de la demanda, con
caída abrupta de la facturación y la necesidad de adecuar turnos,
reducir personal y parar la planta de Villa Rosa (Pilar)”. Esa decisión,
inevitable, marcó la primera mitad del año. Las ventas de artefactos y
accesorios sanitarios pasaron de 1,47 millones de unidades a 941.851.
Ferrum sintió el freno de la construcción: cayó 40% en ventas y
achicó su ganancia. La segunda parte, entre enero y junio de 2025, trajo
algo de aire. Se verificó “una leve recuperación de volúmenes, aunque
acompañada por la baja de precios en el mercado interno, lo que impidió
recomponer márgenes”, sostuvo el Directorio.
Menos producción, menos
ventas. La caída del sector de la construcción se trasladó directamente a
las cifras de Ferrum. La producción de artefactos y accesorios
sanitarios se desplomó de casi 1,5 millones de unidades a 850 mil. En el
mercado local, las ventas bajaron a 1,3 millones de unidades, mientras
que las exportaciones apenas superaron las 74.000, casi sin variaciones
interanuales. El segmento de bañeras reflejó con nitidez la parálisis:
de las 17.196 vendidas en 2023/24, se pasó a 10.867 en el último
ejercicio, con una producción reducida a menos de la mitad. El dato no
sorprende si se mira el contexto sectorial. El INDEC marcó que la
construcción cayó 22,4% en la segunda mitad de 2024, justo cuando Ferrum
decidió frenar su planta. Y si bien entre enero y junio de 2025 hubo un
rebote del 10,8%, en el acumulado del año la actividad cerró con una
baja del 9,4%. En el subrubro “artículos sanitarios de cerámica”, la
caída llegó al 17,4%.