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concentrar a través del viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, la 
negociación por las dos vacantes de la Corte, el Procurador y los casi 
300 pliegos de fiscales y jueces que andan dando vueltas.
Hasta el 28
 de agosto del año pasado, cuando Cristina le bajó el pulgar a la 
candidatura de Ariel Lijo, la negociación en representación de la Casa 
Rosada la llevaba adelante Caputo. El nombramiento de los magistrados 
naufragó porque Javier Milei no abrió el paquete que pretendía discutir 
la ex presidenta, un combo que incluía la Procuración General, la 
Defensoría y los jueces federales, además de los ministros del máximo 
tribunal.
Karina impidió a Patricia Bullrich cambiarle la custodia de
 Cristina, por pedido directo de la ex presidenta. Desde ese momento 
entre ambas quedó abierto una canal de comunicación. Ahora, la hermana 
del Presidente pretende reabrir esa negociación, apelando a su buen 
diálogo, por intermedio de mensajeros, con la ex presidenta, que confía 
para esa tarea específica en el ministro de Justicia bonaerense, Juan 
Martín Mena, luego que según comentan en el peronismo, le habría perdido
 algo de confianza a Wado de Pedro. Como sea, el saldo de las 
conversaciones entre las dos mujeres se corrobora en la postergación de 
la interpelación a Karina por las coimas de Andis en el Senado, que 
impulsó el salteño Sergio Leavy pero no respaldaron sus compañeros de 
bloque. En un plenario de comisiones que se produjo semanas después, se 
intentó tramitar ese proyecto, junto a otros en los que también constaba
 la firma de José Mayans, pero volvió a fracasar. Una mano misteriosa y 
muy poderosa estaba intercediendo en favor de Karina en el bloque 
peronista.
Los canales de contacto secretos entre Cristina y Karina 
Milei. En Diputados, ocurrieron situaciones parecidas: hubo una 
parálisis ostensible de la comisión investigadora por la estafa Libra y 
la agitación para que la Justicia auxilie a los diputados y lleve a 
Karina en patrullero para declarar en el Congreso parece reducida a la 
acción de la massista Sabrina Selva. Desde el mileísmo señalan también 
la intervención de la hermana del Presidente en la desactivación de 
Ficha Limpia, la ley que promovía un sector del macrismo para proscribir
 a Cristina. El proyecto de la macrista Silvia Lospennato no prosperó 
porque la sesión se cayó cuando se ausentaron alrededor de 10 
libertarios y otros tantos aliados del oficialismo. La buena sintonía 
entre Cristina y Karina se dio por un hecho que puede parecer menor pero
 es de enorme importancia para la ex presidenta. Al inicio del gobierno,
 Patricia Bullrich le quiso cambiar la custodia a Cristina, que entró en
 alarma total al imaginarse rodeada por policías elegidos por su enemiga
 más enconada. La senadora peronista Anabel Fernández Sagasti sería uno 
de los vínculos de Cristina con el entorno más cercano a Karina Milei. 
En ese momento Karina recibió un pedido directo de Cristina y la hermana
 del Presidente reprendió a Patricia Bullrich por querer cambiarle la 
custodia a Cristina. "Bullrich le quiso cambiar la custodia y Karina 
llamó para decir que no", confirmó a LPO un dirigente peronista que 
habla con Cristina y conoce a Karina.No parece casual que en aquel 
momento, Cristina haya bajado la línea a sus diputados y senadores que 
había que votar a los legisladores libertarios que propusiera la Casa 
Rosada para las presidencias de ambas cámaras. Por eso, fueron elegidos 
Bartolomé Abdala y Martín Menem, pese al pataleo de José Mayans.
Los 
canales de contacto secretos entre Cristina y Karina Milei En las 
conversaciones con el Gobierno aparece nombrada la mendocina Anabel 
Fernández Sagasti, quien baja la línea de Cristina en el Senado y cuando
 es necesario habla directamente con ministros de Milei. En su momento 
también logró establecer un buen vínculo con Karina Milei, el actual 
presidente de la Auditoría, Juan Manuel Olmos, que conoció a la hermana 
del Presidente cuando se negociaron los debates presidenciales.

