
Sin embargo, quedó sin avanzar el proyecto de endeudamiento del
gobernador Axel Kicillof, que necesitará no solo el respaldo del
cristinismo y del massismo, sino también de parte de la oposición en el
recinto. Ese punto abrió una negociación contrarreloj. El paquete
económico proyecta un gasto total de $43 billones, incorpora una baja
nominal en la patente y no prevé incrementos reales en el resto de los
impuestos. Además, solicita autorización para un endeudamiento
equivalente a más de USD 3.000 millones, cuyo detalle incluye dos
capítulos principales: uno por USD 1.045 millones y otro por USD 1.990
millones, además de letras por USD 250 millones y permisos de
endeudamiento para Centrales de la Costa (USD 150 millones) y AUBASA
(USD 250 millones). Los fondos están orientados a refinanciar pasivos y
garantizar la continuidad de las obras de infraestructura en toda la
provincia.
El rol de los intendentes
En torno al financiamiento,
uno de los reclamos centrales proviene de los intendentes y está
vinculado al Fondo de Inversión Municipal (FIM). En las últimas horas, y
como parte de la negociación, desde la Gobernación se aseguró que el
FIM estará garantizado “se tome deuda o no”, y se planteó la posibilidad
de transformar en un monto fijo el 8% del endeudamiento previsto. La
UCR, por su parte, reclamó un piso de $600 mil millones, pagadero en
cuatro cuotas. Pero el FIM no es el único punto en discusión. Detrás de
ese debate se superponen conversaciones por cargos y, sobre todo, sobre
la disponibilidad de recursos para los municipios. Varios intendentes
advierten que no cuentan con fondos suficientes para afrontar sueldos y
aguinaldos, y exigen certezas antes de acompañar el proyecto oficial. A
ese pliego se sumó otra demanda: la condonación de las deudas que los
municipios mantienen con la Provincia por los fondos extraordinarios
otorgados durante la pandemia y para asistencia salarial. El proyecto
original contemplaba solo prórrogas, pero ahora se analiza directamente
dejar sin efecto esas obligaciones.

