Por Carlos Alberto Garcia Lacamara (*)
Aguinis en la presente nota es un verdadero ejemplo de un intelectual
representante de la generación de la Organización Nacional que bien
representa el diario La Nación que en nombre de la "Civilización" y con
la mentira como base de su pluma, impusieron su orden mediante la más
feroz barbarie asesina sobre todo aquel que fuera un impedimento para su
proyecto de poder político y construcción económica como semicolonia o
factoría de la potencia o imperio de turno o de los negocios globales, a
través de casi 150 años de historia.
El máximo de locura y odio de la pluma de Aguinis llega en el párrafo
donde compara a la agrupación Tupac Amaru de Milagro Sala con las
juventudes hitlerianas y justifica a estas últimas. "Las fuerzas
(¿paramilitares?) de Milagro Sala provocaron analogías con las
Juventudes Hitlerianas. Estas últimas, sin embargo, por asesinas y
despreciables que hayan sido, luchaban por un ideal absurdo pero ideal
al fin, como la raza superior y otras locuras. Los actuales
paramilitares kirchneristas, y La Cámpora, y El Evita, y Tupac Amaru, y
otras fórmulas igualmente confusas, en cambio, han estructurado una
corporación que milita para ganar un sueldo o sentirse poderosos o meter
la mano en los bienes de la nación", escribe Aguinis, donde como
perlita "nación" esta escrito con minúscula, verdadero acto fallido de
este pensador de la Nación, la República, la Democracias y las
Instituciones o quizás ese error lo exponga a lo que es: "un vejete
miserable que entre la digna pobreza y una placentera vida elije lo
último prendándose como escriba ganapan al mejor postor".
El Gobierno nacional no le paga a quien escribe la presente nota, a la
periodista de radio Continental, María O'Donnell menos, la cual también
hizo comentarios reprobatorios sobre lo escrito por Aguinis, quien en la
misma nota insinúa que aquel que lo critique lo hará porque le pagan.
El kirchnerismo en su totalidad con los que están adentro y los que se
fueron caso Alberto Fernández o Hugo Moyano u otras viudas de Néstor
Kirchner no necesitan que nadie lo defienda, lejos están de ser un
lechado de virtudes. Igual para el gobierno de la actual presidenta
Cristina Fernández de Kirchner, que con sus mas y sus menos inclina el
fiel de la balanza hacia el pueblo, trabaja por una mayor inclusión
social y en el plano internacional UNASUR y Mercosur son unidades
continentales estratégicas.
Pero ante lo escrito por Aguinis o la columna también de este martes de
Alfredo Leuco en el programa de Fernando Bravo, ambos en nombre de la
más pura e inocente democracia destilan el odio de otros. De los que les
pagan para erosionar al Gobierno criticándolo salvajemente y marcando
sus errores, pero en realidad preocupados por los aciertos que le
recorta sus negocios y rentabilidad. El diario La Nación fue el tambor
batiente durante la nacionalización de YPF titulando "confiscación" y
defiendo intereses que ni siquiera eran españoles, eran de desconocidos
accionistas globales que apostaron a tener rentables ganancias con
Repsol mientras estrangulaban a la otrora petrolera insignia argentina.
El kirchnerismo ahora conducido por Cristina Fernández de Kirchner es
poder y contrapoder al mismos tiempo, usa todas la herramientas que le
provee la Democracia y el manejo del Estado nacional para mantenerse en
el medio del ring con media docena de aciertos que lo colocan como uno
de los mejores gobiernos de la historia de los gobiernos nacionales
democráticos y a veces con actos y actitudes que dan vergüenza ajena.
Los otros, los que se esconden tras la pluma de Aguinis o las
inmaculadas palabras de Alfredo Leuco o se sienten representados por los
diarios La Nación o el multimedio Clarín, uno sabe de que lado están.
Desde la Guerra contra el Paraguay y el asesinato del "Chacho" Peñaloza,
pasando por la caída de Yrigoyen, la mal llamada Revolución
Libertadora, la dictadura cívico militar del '76 o los golpes económicos
dados a esta joven democracia argentina siempre estuvieron en favor de
los intereses del poder económico corporativo y transnacional y de sus
propios y mezquinos intereses, siempre en todas las épocas compraron
escribas y voceros ganapanes, hambrearon, humillaron e entristecieron al
pueblo y asesinaron a sus mejores hombres y mujeres.
Ante el vomito de palabras de la nota de Marcos Aguinis en el diario La
Nación o la columna de opinión de Alfredo Leuco en radio Continental y
otros que en nombre del periodismo independiente se comportan como
verdaderos lobistas del libre mercado, como respuesta: esta nota.
La misma esta escrita del lado que se debe estar, entre unos y otros, se
puede estar de un solo lado, el del "Proyecto Nacional, Popular y
Democrático" como dice CFK.
(*)Director de CadenaBA
garcialacamara@yahoo.com.ar
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