Juan Miceli y los estudiantes de periodismo no deberían asumirse como
tales hasta no aprobar Kapuscinski I. Rysard Kapuscinski no trabajó en
Clarín ni en la TV pública pero, poco antes de que Héctor Magnetto
lanzara su guerra a muerte contra la terquedad política kirchnerista,
escribió “Los cínicos no sirven para este oficio. Sobre el buen
periodismo.” El periodista polaco, en ese breve librito dejó una lección
que todo hombre o mujer que pretenda mediar con la información debería
leer y comprender antes de ejercer la profesión.
LO QUE NO SE HIZO.
Marcelo Valente, comunicador institucional, militante de la Coalición
por una Comunicación Democrática tiene mucha experiencia en manejo de la
comunicación en crisis. El plantea que “Desde la perspectiva de la
comunicación de crisis integrada al modelo de comunicación de riesgo, la
preparación de respuesta a una situación de crisis necesita de un
proceso previo de observación y análisis de los escenarios posibles. La
identificación de los efectos más negativos y de las situaciones más
probables es un camino obligado. El modo de mejorar el rendimiento es
anticiparse a la situación. Los factores detonantes de una urgencia se
pueden identificar con anticipación si se realiza un trabajo de
monitoreo y evaluación previo. Es posible determinar con cierto grado de
precisión las emergencias que pueden llegar a poner en la picota la
credibilidad del accionar institucional.” Marcelo sufrió la inundación
de La Plata en Gonnet y por supuesto denuncia que no sólo no se tuvo en
cuenta algo que era previsible sino que pasados varios días la mayoría
de los vecinos siguen sin saber cómo deben actuar frente a un tragedia
como la del 2 de abril.
LO QUE VIENE. “Las poblaciones pueden ser
preparadas para que desarrollen sus propios recursos y puedan defenderse
de los posibles efectos traumáticos de las catástrofes, cualquiera sea
su índole natural o humana. Esto significa capacitar a la población para
que pueda captar el tipo y la dimensión de las amenazas, que pueda
organizar y disponer de los recursos que tiene propios y de la comunidad
y para que sepa como actuar durante los acontecimientos. A esta
capacidad adquirida por las poblaciones la hemos denominado inmunidad
psíquica.” Moty Benyakar en su trabajo Lo disruptivo.
La prensa
hegemónica que encarna el modelo periodístico de los ´90 denuncia la
política, nunca interpela al poder real. En la búsqueda (imposible) del
poder total esos Medios prohíjan periodistas como Bonelli, Miceli,
Hadad, Feinmann, Laje, Gelblung, Niembro, Araujo; son orgánicos al
poder.
Poco se vio en los grandes medios del rol periodístico que
cumplen radios como las de FARCO (comunitarias) o las pymes barriales,
que están en el territorio donde se produce la tragedia. Ellos trabajan
como plantea Kapuscinski, son los que pueden anticipar (con apoyo
estatal) lo que dice Valente y también los que van a estar en la
emisora cuando aparezcan los cuadros psíquicos para los cuales no hay,
por ahora , inmunidad.
Para enfrentar estas catástrofes la Ley de
Medios exige preservar un 33 por ciento del espacio radioeléctrico para
las radios y canales que tienen la intencionalidad que pregona
Kapuscinski. Esas emisoras, ahora, buscan en el Estado, su legalidad y
discuten su sostenibilidad.
El Proyecto del gobierno nacional se
distingue por aprender de las crisis para resolverlas a favor de la
gente. Desde la falta de monedas hasta las inundaciones. Aplica la
terquedad de los principios. Otros gobernantes, no. Son los que como
Macri están dispuestos a ser gerentes del poder real, el económico,
transnacional y excluyente.
Néstor Piccone